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Ají de gallina

Publicado: 2011-08-08

Me atrevo a dar esta receta después de haberlo probado un gran crítico de cocina y a quien le gustó. Se trata del periodista Ignacio Medina, que además agregó un ingrediente a este plato.

Antes, sin embargo, les voy a contar una anécdota que pasó más o menos en 1975. Fui a una reunión con unos amigos y allí me dieron de probar un Ají de gallina tan rico que no resistí la ocasión y comí cuatro platos. Estaba embarazada y podía comer sin ser criticada, pero me acerqué a la dueña de casa -que en este caso era también la dueña del restaurante “Rosita Ríos”- y le dije cómo hacía un Ají de gallina tan rico. Ella me dio el secreto, el cual se los voy a retransmitir. Parece ser que la cercanía de Rosita Ríos y mi madre hizo que me gustara tanto la cocina.

Ingredientes

2 Pechugas dePollo

¼ de cebolla finamente picada

7 dientes de ajo

¼ de taza de aceite

1/2 kilo de aji amarillo

1/4 de aji mirasol

La cuarta parte de un tomate sin pepas y sin piel piacadita

150 gr de nueces

150 gr de queso parmesano

1 kilo de papa amarilla sancochada

4 panes remojado en el mismo caldo del pollo

Leche evaporada

Huevos duros para adorno

Preparación

Sancochar las pechugas con una hoja de laurel sin sal.

En la olla donde se va a preparar se pone la cebolla los ajos y el tomate. Una vez que esté dorado (especifico que la cocina criolla requiere de ciertas paciencia y ornillas muy bajas; no se puede poner a fuego alto ya que se arrebata), licuar nuevamente. Luego se pone en la olla agregándole el ají amarillo y el ají mirasol procesado al igual que para el cau cau; es decir, se sancocha sin pepas.

Cuando ya está cocido, se le saca la piel y se licúa. Igual se hace con el mirasol, se le pone el pan remojado y se escurre bien, el queso rayado hay que dejar un buen rato para que el queso le quite el sabor de levadura del pan, también agregar las nueces licuadas. Ahí también se le pone el pollo sancochado y deshilachado -no muy fino para sentir el pollo- y cuando ya salta el ají amarillo a la superficie se le agrega la leche evaporada con la cantidad necesaria. Finalmente se deja unos minutos más esperando que salte nuevamente el aceite amarillo hasta apagar la ornilla.

Como verán, el secreto en este plato es el tomate, que no tiene que aparecer para nada ya que es una mínima parte de todos los ingredientes, y como se pela, se le saca las semillas, se corta muy finito, y ya en el aderezo se pierde; lo importante es rescatar el acidito especial que le da al Ají de gallina. Se sirve con una porción de arroz adornando con rodajas de huevo duro.

Quiero decirles que estoy muy feliz porque ya me están enviando correos donde me dicen que están haciendo mis recetas y les ha salido bien. Imagínense que una cocinera dé sus secretos no es usual; pero lo que yo quiero es compartir esa sensación tan linda cuando nuestra familia o amistades se quedan anonadados con nuestros platillos.

También quiero decirles que este plato lo iba a dejar para más adelante pero desde España me pidieron por favor que lo suba a Internet, así que ya cumplí.

Que les guste y sobretodo que lo preparen

Buen provecho


Escrito por

Margot Cruz

Soy Margot Cruz Jiménez, de 59 años, limeña. De padres provincianos, mi padre de Cajamarca y mi madre de Apurimac.


Publicado en

Salpimentando

con Margot Cruz